domingo, 26 de abril de 2009

Invadiendo nuestra tierra

  “La justicia legal y la justicia social no necesariamente van cogidos de la mano y la que procede siempre es la justicia legal.”     

                            Eduardo Morales Coll

 

A través de la investigación que llevé a cabo para comprender el caso de Adolfina Villanueva descubrí muchas cosas que me gustaría compartir. Existen tres maneras con las que los grandes intereses pueden resolver cuando la gente le estorba por estar en posesión de un lugar. En nuestro caso dejaría ser un simple lugar para convertirse en hogar o negocio con el que se sustenta a una familia.

     El desahucio existe cuando se incumple con un contrato de arrendamiento. La expropiación es cuando eres dueño y el gobierno necesita el lugar para fines públicos te desalojan por una supuesta justa compensación en un juicio contencioso. En precario es el termino legal para los que consideran invasores, los mismos no tienen título de propiedad, ni contrato de arrendamiento. En la misma no se paga compensación y se alega que se adquirió por “mala fe” para recobrar la posesión. Todas tienen el mismo final, el desalojo, cuando te sacan del lugar.

 En el caso de invasión o rescate de terreno la determinación de sacarte del lugar no es absoluta debido a que si vives o tienes una propiedad en concepto de dueño, quieta, publica y pacíficamente al cabo de 60 años en un inmueble (Usucapión) y 30 años mueble (Prescripción adquisitiva) pasa a ser tuyo legalmente. Además en una sección de la ley existe el término con el que consideran un poco la justicia social debido a que toma en cuenta la insolvencia económica o necesidad económica por pobreza extrema, se supone que el departamento de la familia y vivienda le dará la ayuda necesaria. Además, sicólogos y trabajadores sociales también estarán envueltos en el caso. La ley no protege las pertenencias que existan en el lugar rescatado, debido a que se adquirió de “mala fe”. Por lo tanto, exhorto a que si te ves en una situación como ésta protejas tus intereses. No dejes de luchar por tu rinconcito, pero, no dejes que si ellos ganan te lo quiten todo.

 En la expropiación no se tiene derecho a negarse a vender, pero sí se tiene derecho a protestar y recibir más por su propiedad. Sin embargo, me he colocado en los lugares del dueño y de la persona que necesita un lugar para vivir, es sumamente difícil tomar una postura. En lo que sí estoy clara es que todos invadimos nuestra tierra, debido a que Puerto Rico se está moviendo por medio de los grandes intereses. Tanto los dueños como los rescatadores de terrenos se ven afectados por la ley y por los grandes intereses.  Es injusto que te expropien por los fines públicos del país que terminan siendo intereses de personas que manejan el dinero del mismo. La tierra debe ser del pueblo no del que tenga poder por medio del pueblo.

 Sin embargo el problema de vivienda en Puerto Rico es muy grande. Actualmente los proyectos que se hacen para personas necesitadas son de alto costo. La clase media se está viendo afectada, por el desempleo o las pocas horas laborables. El costo de vida sigue aumentando y no vamos a tener con qué sustentarnos. Pero al parecer si hay dinero para hacer proyectos costosos para la clase alta. Nos estamos viendo marginados por la clase social. Pronto no vamos a tener un lugar donde vivir y la clase trabajadora tendrá que empezar a invadir para poder tener un lugar. Cada día el rico se hace más rico y el pobre más pobre. Utilizando el conocido slogan “Qué nos pasa, Puerto Rico” tenemos que ponernos las pilas y luchar en contra de los grandes intereses antes de que nos arrollen. A fin de cuentas nadie es dueño de nada y al parecer a la humanidad junto con el mundo la mueve el dinero.

Publicado por Iris Rodriguez en 10:46



 

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